El factoring viene creciendo a doble dígito en el Perú. Y es esperable que sea así, ya que cubre una necesidad de financiamiento de la pequeña y mediana empresa que los bancos atienden con restricciones. A los bancos les gusta más el confirming, donde evalúan al cliente y ocupan su línea de crédito para financiar a sus proveedores.
A la fecha, el factoring ha sido visto desde una perspectiva financiera; una fuente de liquidez para proveedores por cuenta de un tercero (un banco, un fondo de inversión o una empresa de factoring) que adquiere sus facturas por cobrar con un pequeño descuento para luego cobrarlas al vencimiento, ganando la diferencia. El deudor queda obligado a pagar las facturas a un tercero, el financiador, con quien usualmente no tiene una relación comercial.
Pero si los deudores ya utilizan su línea de crédito para que el banco financie a sus proveedores ¿por qué no asumen un rol más proactivo que además refuerce el vínculo con sus proveedores?
El deudor debiera ser el primer interesado en generar un mecanismo que le permita financiar a sus proveedores. Ello le permitiría ofrecer condiciones comerciales competitivas y diferenciadas por proveedor, afinar plazos de pago y desembolsar de inmediato, sin papeleos.
De esta manera, el deudor no utilizaría su línea bancaria, confirmaría todas las facturas de manera expresa y brindaría una mejor experiencia al proveedor, que hoy suele enfrentar procesos lentos de evaluación y aprobación sujeta a restricciones. El deudor ofrecería un proceso 100% digital que, de paso, centralizaría y facilitaría la gestión de su tesorería.
El volumen de financiamiento ofrecido por el deudor -y sus accionistas- sería variable, pues dependería de su disponibilidad de recursos. Es más, el deudor podría llegar a ofrecer financiamiento a los proveedores de su proveedor; a aquellos que tengan una incidencia relevante en la elaboración del producto adquirido o en la prestación del servicio recibido por el deudor.
Hagamos del factoring una herramienta que promueva la integración de cadenas productivas y fidelice a nuestros proveedores. Es mucho más que un negocio financiero.