Hemos pasado de la escasez de información a tiempos de sobre información, donde la posibilidad de escoger entre más de un producto es el día a día, y donde no es necesario buscar el producto sino que gracias a los algoritmos en las plataformas los productos vienen a uno. Gracias a la tecnología vemos cambios de hábitos de uso y consumo, nuevos mercados, nuevos productos y por ende nuevos consumidores. La tecnología viene siendo un disruptor y habilitador de cambios en diferentes sectores. El mercado de inversiones no es ajeno a estos cambios, mediante la tecnología y el desarrollo de diferentes plataformas se ha visto un mayor dinamismo del sector y un manejo de la información de forma más rápida, precisa y segura.
Los beneficios que trae a la mesa la tecnología al sector, sin duda son muchos. La democratización de la información y la posibilidad de ofrecerle más servicios a más personas son dos factores que han permitido que el mercado de inversiones alternativas crezca de manera considerable en los últimos tiempos. Estas plataformas proporcionan información de los diferentes fondos, que facilitan la comparación , también proporcionan la posibilidad de invertir en nuevos productos y contar con información del rendimiento del fondo en tiempo real. A los inversionistas expertos les da la libertad de crear un portafolio que se ajuste a sus necesidades, dado que tienen acceso a los productos e información directamente, y pueden decidir por sí mismo qué es lo más conveniente para sus objetivos. Para los no tan expertos, como yo, muchas de estas plataformas cuentan también con asesores financieros – bots – que nos plantean alternativas de acuerdo con nuestras expectativas tanto de tiempo como de riesgo.
Por otro lado, los fondos, en el mundo digital pueden llegar a una base mucho más grande de posibles inversionistas. El mundo de las inversiones, por lo menos en el Perú, tiene un halo casi místico, solo apto para afluentes a través de la banca de personas de bancos muy grandes, pero la digitalización de esto, permite a los diferentes fondos llegar a aquellas personas con excedentes de dinero que desean “hacer trabajar su dinero”, obteniendo mejores tasas que un banco, asumiendo los riesgos. Es posible ampliar la cartera de clientes, el sistema ayuda con el seguimiento e información oportuna a aquellos interesados en invertir, convertirlos de interesados a inversionistas.
Otros beneficios vamos a encontrar en el camino, así como la sistematización de los procesos, el uso del big data y la creación de productos innovadores que pueda cubrir las necesidades de grupos específicos de inversionistas. En el Perú ya vemos algunas plataformas salir a flote, y no solo la de los grandes bancos, existen también apuestas independientes respaldadas por SAFIs o gestores de inversiones. Hay “mucho pan por rebanar”, pero estamos en el camino de la democratización de la inversión en un país donde invertir en fondos o la inversión alternativa es aún para algunos casi ciencia ficción.