Para muchos empresarios, el vender sus productos o servicios y tener facturas por cobrar a 60 días o más, puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Esta larga espera puede ocasionar problemas de liquidez en el corto plazo, lo cual será un obstáculo para seguir produciendo u ofreciendo sus servicios, desacelerando el posible crecimiento de su empresa.
Muchas empresas han encontrado la solución a este problema a través del factoring, una forma de financiamiento a corto plazo al que pueden acceder las empresas. El factoring consiste en ceder los derechos de tus facturas a otra empresa, la que se encargará luego de cobrarla y retendrá un pequeño porcentaje por la operación, a cambio del servicio.
Pero ¿Por qué deberíamos trabajar bajo la modalidad de factoring y no solicitar algún otro producto bancario?
La agilidad y facilidad para obtener liquidez son factores decisivos al momento de optar por las diferentes soluciones de financiamiento que encuentren en el mercado. En el caso del factoring, el efectivo lo obtienes casi de manera inmediata una vez que la solicitud es aprobada y cumplas todos los requisitos, por lo general el pago por tus facturas no demora más de 48 horas. Mientras que, si buscas acceder a un crédito, el proceso de aprobación es usualmente más largo por parte de la entidad bancaria, usualmente también son más burocráticos contando con más requisitos. La agilidad que ofrece el trabajar con factoring se debe al flujo dinámico y seguro de sus operaciones, a través del uso de firmas digitales y Cavali, que garantizan la transferencia de los derechos de las facturas.
Otra ventaja de trabajar bajo la modalidad de factoring, a diferencia del crédito bancario, es que el financiamiento que entrega el factoring no limita el acceso al sistema financiero, ya que no es considerado deuda. Otros servicios asociados que ofrece el factoring es el análisis crediticio y servicio de cobranzas, que hace que no tengas que destinar recursos de ninguna especie a este tipo de gestiones, de tal modo que puedes centrar todos sus esfuerzos en producir y vender, a la vez que se aminoran enormemente los riesgos, las cargas administrativas y los gastos financieros por retrasos de cobro.
Sin duda, el factoring es una interesante alternativa de financiamiento a corto plazo al que las empresas pueden acceder según los requerimientos y la utilidad que represente para el negocio. Donde quizás la principal ventaja del factoring es que no solo recibes el dinero de forma rápida para salir de la urgencia de contar con liquidez en tu caja, sino que además delegas la cobranza y no representa deuda financiera.