Este es un debate interno muy común entre los jóvenes que ya tienen unos cuantos miles (soles o dólares) en excedentes abandonados en sus cuentas bancarias. Hoy en día sigue existiendo cierto temor hacia las inversiones y sobre todo en países como Perú donde la educación financiera no está al alcance de toda la población. ¿Pero, realmente vale la pena invertir?
Razones podemos encontrar más de una, a continuación te comentamos algunas que podrían ayudarte a tomar la decisión de empezar en el mundo de las inversiones alternativas.
Inflación:
Empecemos por el hecho de que si te dedicas únicamente a ahorrar tus excedentes, éstos irán perdiendo valor año a año debido a la inflación. En Perú, en los últimos 5 años, este indicador ha fluctuado dentro de un rango entre 1.3% y 3.5%. En este sentido, solamente bastaría con invertir a una rentabilidad por encima del 3.5% para estar totalmente cubierto contra la inflación.
Dividendos:
Existen inversiones que generan un flujo mensual o trimestral de manera pasiva, como son las inversiones inmobiliarias de renta (FIBRAs y FIRBIs) o los fondos de factoring. Estos flujos generados le brindan al inversionista una disposición de cash para usarla de acuerdo a sus necesidades e incluso le da un respaldo de liquidez para el uso que le quiera dar.
Si inviertes en dólares puedes recibir mensualmente dividendos en la misma moneda para cubrir tus gastos en dólares, ya sean alquileres, seguros, financiamientos de bienes muebles o inmuebles, futuras maestrías, entre otros. De esta manera, lograrás cubrirte de la exposición cambiaria hasta cierto nivel en caso tus ingresos sean en soles.
Apreciación de Capital:
Por otra parte, existen también inversiones que no reparten dividendos pero que te generan una apreciación de capital, lo cual hace que se incremente el valor de la inversión.
Para entender la importancia de invertir, vamos a usar el siguiente ejemplo numérico:
- Una persona que ha ahorrado mensualmente S/ 2,000 por 20 años, va a tener al final del periodo un monto de S/ 480,000.
- Mientras que una persona que ha invertido todos los meses el mismo monto (S/ 2,000) a un 10% (rentabilidad anual) por el mismo periodo (20 años), va a tener al final del periodo un monto aproximado de S/ 1,500,000.
El resultado está claro, el que invirtió terminó con más del triple de lo que llegó a ahorrar la otra persona.
Es cierto que invertir implica un riesgo, pero en el mundo de las inversiones alternativas puedes conseguir inversiones estructuradas y con baja volatilidad para que de tal manera puedas obtener una rentabilidad atractiva asumiendo un riesgo controlado.