Luego del confinamiento inicial, Vivienda fue uno de los primeros sectores inmobiliarios en reactivarse.
Para adaptarse al distanciamiento social, el sector aceleró la incorporación de la tecnología en los procesos de venta y así tener buena comunicación con los clientes a través de medios digitales.
Las ventas se recuperaron luego de la cuarentena, mostrando buen ritmo. Hoy los precios están estables.
Vemos que Lima moderna presenta la mayor oferta de unidades y el segmento top es el que está tomando más tiempo en retomar los niveles del año pasado.
Pero ¿qué pasará en el 2021? A continuación, tres aspectos que veo presentes el próximo año:
Estabilidad del sector. En 2021, se espera que se estabilice la recuperación del sector para recuperar la caída del 12% de este año, mientras continúen los incentivos y mejore la situación sanitaria.
Rediseño para mayor ventilación. Quedarse en casa más tiempo demanda zonas de espacios abiertos dentro de la vivienda. Hoy se observa un interés por hogares con balcón o espacios abiertos privados, y con áreas comunes que prioricen jardines, así como salones y accesos con muy buena ventilación natural. Esto debe seguir siendo un aspecto diferenciador el próximo año.
Cercanía a todo. Si el sentido de la “vida en barrio” siempre fue un punto de valor, hoy ha cobrado más importancia que nunca. Las personas buscamos cubrir actividades cotidianas en el entorno residencial, que va en línea con el mayor protagonismo por continuar desarrollos de usos mixtos.
El déficit de vivienda que tiene el Perú y los nuevos requerimientos sociales, son una oportunidad sólida para todas las desarrolladoras e inversionistas.
Analizar, estudiar y adaptarse a estos hábitos, así como visualizar los nuevos modelos y cubrir las necesidades de la presente y próxima generación serán factores clave para desarrollar viviendas acordes a lo que la sociedad demanda en época post pandemia.